domingo, 25 de marzo de 2012

Aquella reina...


Cada mañana la visitaba...sí ,entraba en su reino...ella me esperaba con una sonrisa cascabelera ...muy bella,piel satinada muy blanca,labios sensuales y carnosos pintados carmesí,cuerpo sinuoso,olía a perfume francés...y tenía sombreros de plumas,piedras,tules y aquellos zapatos llamativos de tacón...yo cada día elegía el sombrero,si ayer de tules hoy de plumas y me montaba en unos de sus tantos zapatos...ella me maquillaba...
Claro el tiempo pasa y años más tarde supe que la reina trabajaba de noche...que buscaba su sustento en caricias prestadas sin mezclar afectos a la hora de entregarse...
Alguien dijo:"mujeres que venden fantasía"... a mí me la regaló cada mañana.
Descubrí donde vivía su vejez y fuí...estaba muy feliz...un largo abrazo...parecía querer rescatar aquèllas mañanas...su cuerpo y su cara deteriorados de tanto prestar amor...
Estaba bebiendo,el alcohol se había apoderado de ella,tal vez para olvidar aquéllas sábanas gastadas...aquél amor perdido...o nunca encontrado...
Noté una lágrima cayéndole y me dí cuenta que hacía rato que estaba llorando,mirada lánguida parecía pedir que la rescatase de ese fondo en que estaba inmersa...
En mi última visita dejé unas rosas rojas,símbolo del amor dicen,sobre su lápida...no estaba sóla no...unos angelitos cortesanos sobrevolaban y a la derecha unos soldados uniformados custodiaban su último palacio.

1 comentario:

Framboise dijo...

Con delicadeza...

Un abrazo.