martes, 13 de marzo de 2012

Esa persona - II


Esa persona

Son millones en este planeta, pero casi no tienen voz. Muchas de ellas, tampoco voto pero casi todas están ahí. Están donde estuvieron sus madres y sus abuelas y ..., Haciendo posible la continuación de nuestra especie

Muchas veces están en el silencio de las sombras o en las sombras del silencio, nunca he sabido cual de las dos ubicaciones es peor para un ser humano. Otras, unas pocas de entre ellas, están ahí, aportando un punto de cordura

Sin tan siquiera haber aparecido en este mundo, ya nos dedican todos sus cuidados. Nos protegen del frío y del calor. Nos protegen de caídas, golpes y agresiones. Nos transportan en el mejor de los taxis

Nos reciben con sufrimiento y una maravillosa sonrisa, es lo primero que vemos mientras la primera luz y el primer llanto se mezclan, lanzándonos a la vida. Es una bella sonrisa que quedará grabada en lo más íntimo de nuestro ser y que nuestra memoria no es capaz de visionar. Hace falta todo nuestro espíritu para poder cerrar los ojos y seguir disfrutando de ella

Nos dan el primer alimento. Una parte de su propio cuerpo, en el envase más hermoso y con la mejor presentación. Un envase, que a los hombres nos atraerá a lo largo de toda nuestra existencia.

Jugaremos con ellas de igual a igual hasta que un día, sin saber porqué, algo cambia. No puede seguir nuestro empuje, no tiene nuestra fuerza y se convierte en ese ser de trenzas o coletas. Ambas situaciones muy tentadoras. Difícil superar esa tentación de “colgarse de ellas” y luego salir corriendo

Poco tiempo después, algo irrefrenable, nos lleva hacia ellas. Las espiamos en las esquinas, agazapados como cachorros hacemos lo posible y lo imposible para cruzarnos con ella, e incluso ofrecemos nuestra hombría para llevarle los libros. Casi nunca aceptan y si lo hacen, siempre se quedan con ese cuaderno o cartapacio, que abrazan contra su pecho, mientras por encima del canto, asoma su tímida sonrisa . Es una de las poses más sensuales y excitantes

Pasa muy poco tiempo y empiezas a pensar que la vida es algo realmente sensacional. Primeros roces, primeras caricias de tus dedos en su mano, ese beso furtivo y esos otros profundos. Largos paseos, intimidades en la última fila del cine... Momentos, que como la sonrisa de nuestra madre, nos acompañarán siempre

Pocas veces, esa o esas primeras mujeres que caminan a nuestro lado, nos acompañarán a lo largo de nuestra vida, pero como decía estarán siempre en nuestro espíritu y habrán puesto su alfombra en nuestro camino

Nos acompañará en nuestro caminar. Con ella, repetiremos el ciclo de la vida. Será nuestro apoyo, nuestro paño de lágrimas. Nunca estará y su tristeza la esconderá. Nos mostrará la cara amable de la vida y al final, cuando volvamos a ser como niños, seguirán estando ahí, sacando fuerzas no se sabe de donde, para cuidarnos, para hacernos la vida un poco más fácil

Que gran invento

                                     Caballoloco

No hay comentarios: