lunes, 19 de marzo de 2012

Mi alma (interrogada)

He cruzado la línea, sentido el vértigo vital.
Se me abrieron los ojos en extraña infancia:
no quise ver coches, ni hierros ni fábricas,
solo hormigueros con hormigas blancas,
lirones caretos de cola afelpada y pájaros bobos y listos, con alma.

Ví también paisajes, montañas con flores,
lagunas saladas y dulces, con peces y ranas,
leprosos galápagos, sin lepra, con calma,
vegetales quietos y algunos que echaban
errantes raíces al suelo buscándose el alma.

He visto las nubes descargar su carga
en ramblas fangosas de orillas marrones,
en escorrentías de miles de gotas verdiazuladas.
He sentido el vértigo, ya no siento nada,
mis ojos no aciertan a encontrarme el alma.

¿Dónde están los ríos, las nubes, las alas?
Que ciego que estuve en mi infancia extraña.
No encuentro los peces, las flores, las ranas,
sólo muchos hierros y coches y fábricas.
¿se me habrá perdido de mi infancia el alma?

1 comentario:

Framboise dijo...

El alma de la infancia no se pierde: se protege, se esconde... en la poesía por ejemplo.

Un beso, Manu.